Qué tiene que ver conmigo?
Si no eres gay, o de alguna localidad pobre de África, debes pensar que el VIH
no tiene nada que ver contigo. Y estarás equivocado. Las infecciones
del virus VIH no han parado de crecer en Occidente debido a la falta de protección
en las relaciones heterosexuales. En algunos países de Europa, más de un tercio
de los nuevos casos de contagio se dan entre mujeres. Más de 65.000 personas, en
América y Europa Occidental, contrajeron el VIH durante el año pasado, cifra que
se suma al más de medio millón de personas viviendo con el virus en Europa (Central
y Occidental), junto al más de un millón de americanos VIH positivos.
El tratamiento antirretroviral ha mejorado la calidad de vida pero todavía no es
una cura – y no está disponible para todos: las muertes por SIDA se han triplicado
en Europa del Este durante el año 2000 debido a la falta de tratamientos, mientras
las muertes por SIDA, en Europa Occidental y Norte América, han caído en picado,
precisamente, gracias a la facilidad en el acceso a este tipo de tratamientos.
Prevención: ¡mejor protegerse que arrepentirse!
Para protegerte a ti y a tu compañero/a en una relación sexual, debes evitar el
contacto físico con fluidos corporales (sangre, semen -incluido líquido preseminal-
y secreciones vaginales). Por ello, es absolutamente necesario que utilices una
barrera, como son los condones, porque la boca, la vagina, el pene y el ano son
zonas muy sensibles que pueden contener heridas, actuando éstas como una vía de
entrada para el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
Un juego de riesgo
Aunque se “juegue seguro”, hay situaciones que aumentan el riesgo de contraer una
ETS:
- Tener varios compañeros/as sexuales aumenta la probabilidad de que sean VIH+.
- El uso de drogas o el exceso de alcohol pueden cambiar totalmente tu percepción
y hacer que actúes de forma distinta a como lo harías si estuvieses sobrio. ¡Tómatelo
en serio!
- La inyección de drogas con material compartido es extremadamente peligroso. Para
prevenirte del VIH lo mejor que puedes hacer es utilizar siempre agujas y jeringuillas
nuevas y esterilizadas y, por supuesto, no compartirlas con nadie.
- El sexo anal se caracteriza por ser una actividad de alto riesgo por lo delicada
que es la piel del mismo.
- Vivir en países donde existe una tasa elevada de personas con VIH supone un riesgo
extra. Por ello, si el acceso a condones no es fácil, lo mejor que puedes hacer
es abstenerte a tener contactos sexuales.
Para acabar, ten en cuenta que cada vez que tengas relaciones sexuales debes utilizar
un condón nuevo. Reciclar está bien y es necesario, pero no cuando tu salud y la
de tus compañeros/as está en juego.
Transmisión
Puedes contraer el VIH si tu sangre entra en contacto con la sangre, el semen (incluido
el líquido preseminal) o las secreciones vaginales de una persona VIH positiva.
La mayoría de los casos VIH positivos se producen como causa de relaciones sexuales
sin protección. Ésta, sin embargo, no es la única vía, ya que a través de agujas
y jeringuillas compartidas o durante el embarazo, el parto o la lactancia (si la
madre es VIH positivo) se puede producir así mismo la transmisión del virus. No
hay otras vías en las que el VIH pueda ser contraído, por tanto el resto de relaciones
interpersonales son totalmente seguras.
¿Quién es susceptible de contraer el VIH?
Cualquiera puede contraer el VIH ya que el virus no discrimina a nadie por ningún
motivo. De hecho, la infección no ha dejado de crecer en los últimos años y, sobre
todo, ha afectado a la población más joven (casi la mitad de los afectados durante
el pasado año tenían entre 15 y 24 años). El sexo sin protección y compartir drogas
por vía intravenosa te hacen más vulnerable y, como tener el virus del VIH/SIDA
no está escrito en tu frente, es imposible saber quién es positivo. Por tanto, ¡protégete!
Deja de preocuparte y hazte las pruebas
La prueba del VIH es la única forma para determinar si eres positivo. Si crees que
has estado en una situación de riesgo, no lo dudes y háztela. Si el resultado es
negativo será una noticia fantástica, pero si es positivo, al menos tendrás la posibilidad
de acceder al tratamiento más adecuado y lo más rápidamente posible. Así, vivir
con el virus será menos difícil y reforzarás tu salud. El VIH se puede detectar
tres meses después de una situación de riesgo, pero normalmente se recomienda esperar
hasta seis meses para una máxima fiabilidad en los resultados. Mientras tanto, usa
condom en cada relación sexual.
¿Qué hacer tras los resultados?
Preocupándote no solucionarás nada pero sí afrontando los resultados.
1. Si eres VIH negativo
Sigue practicando sexo seguro usando correctamente preservativos. En el caso de
que uses drogas inyectadas asegúrate de que el material ha sido esterilizado antes
de su uso. Repite las pruebas seis meses después de haber obtenido los resultados.
2. Si eres VIH positivo
Trata de acceder al tratamiento médico adecuado en cuanto puedas para proteger tu
salud y retardar el desarrollo del SIDA. El siguiente paso debería ser contactar
a un especialista en el tratamiento del virus y un equipo especializado en ayuda
psicológica para afectados del VIH, quienes te ayudarán a vivir en esta nueva situación.
Así mismo, las drogas y el exceso de tabaco y alcohol, además de otras ETS, pueden
debilitar tu sistema inmunológico. Cuídate y mejorarás tu salud. Por último, asegúrate
de que no has contraído tuberculosis al mismo tiempo que el VIH (suelen ir de la
mano), hazte las pruebas para determinar si tienes esta enfermedad para tratarla
correctamente si el resultado es positivo.
¿Cómo y cuándo el VIH se transforma en SIDA?
El VIH se convierte en SIDA en la mayoría de los casos pero el SIDA se puede desarrollar
más o menos rápido dependiendo de algunos factores como tu estilo de vida o el tratamiento
médico que se sigue. Fumar, beber alcohol en exceso u otras ETS pueden debilitar
tu sistema inmunológico.
El VIH da lugar al SIDA cuando el nivel de linfocitos T
CD4 en la sangre desciende por debajo de 200 o del 14%, debilitando considerablemente
tu sistema inmunológico.
Cómo usar un condón - ¡Protégete en siete pasos!
- Guarda tus condones en un lugar frío.
- Recuerda mirar la fecha de caducidad antes de utilizar un condón y, si no está caducado,
ábrelo con cuidado y sácalo del envoltorio, evitando usar los dientes.
- Oprime el depósito con los dedos y coloca el condón sobre el pene erecto y boca
arriba (el condón, no el pene, evidentemente).
- Desenrolla el condón con la otra mano.
- Utiliza sólo lubricantes de base acuosa y nunca uses vaselina, aceites vegetales
o loción corporal pues podrían dañar el condón y hacerlo inseguro.
- Ahora es tu turno, disfruta del momento! Y cuando acabes, no olvides presionar la
base del condón, al retirar el pene, para evitar que éste resbale y se quede dentro.
- Suponemos que no tenemos que decirte esto pero… ¡no uses un condón más de una vez!
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